22-05-2013, 01:18 PM
Pertenecientes a grupos sistemáticos muy diversos, aves como la abubilla o el abejaruco, que se integran en el orden zoológico de las coraciformes, o el halcón abejero, del orden falconiformes, hasta el pito real, piciformes, o el ruiseñor, las currucas y los carboneros, que se clasifican dentro de las paseriformes, tienen todas en común su régimen alimenticio por el cual pueden ser consideradas como aves insectívoras, que se nutren, exclusiva o mayoritariamente, de insectos.
Adultos y formas larvarias de mariposas, lepidópteros; moscas y mosquitos, dípteros; abejas o avispas, himenópteros e incluso escarabajos, coleópteros, son capturados por estos pájaros y devorados en gran número, constituyendo los principios nutritivos que permiten la subsistencia de esas aves insectívoras.
Otras especies omnívoras, o insectívoras ocasionales, consumen este tipo de presas como complemento dietético continuo o esporádico, coincidiendo en muchas ocasiones con la época de la reproducción, o cría, de sus polluelos, pues las necesidades de rápido crecimiento para acortar el tiempo de permanencia en el nido, y subsiguiente indefensión, exigen, por tanto un alimento con alto contenido proteico que facilite un excepcional desarrollo en el espacio más corto posible.
Dietas artificiales caseras
La afición al mantenimiento y reproducción de especies del tipo mencionado exige, en la mayoría de los casos, una indudable especialización de los amantes de estos pájaros, que muchas veces se las ven y se las desean para nutrir convenientemente a sus huéspedes. El primer paso a seguir será la disposición de las avecillas a dirigirse hacia elementos nutritivos, que les resultan extraños, pues no es evidentemente igual picotear un insecto que se mueve, que 'probar' una pasta blanda por muy alimenticia que ésta sea.
Esta habituación exigirá muchas veces incentivar a las avecillas a comer insectos vivos, previamente colocados sobre la masa 'artificial', de forma que el hecho repetido induzca a picotear el lugar de alimentación tradicional, sustituyendo, paulatinamente, los insectos por pastas preparadas especialmente para estas aves.
Una receta casi universal para insectívoros se prepara con requesón, queso de Villalón o cuajada, yema de huevo duro, miel y harina de crustáceos, o papillas infantiles enriquecidas con cereales, que forman un magnífico aglutinante. Estas mezclas homogéneamente trabajadas se facilitan dos o tres veces diarias, retirándolas a las seis u ocho horas, e incluso antes, en tiempo caluroso para evitar fermentaciones bacterianas, que podrían hacer peligrar la salud de nuestros pajarillos. Hasta que las aves aprendan a comer solas este alimento se dispondrá en pasta, no muy líquida, sobre recipientes muy visibles desde todos los puntos del jaulón.
Sobre ella se colocan unas capas de larvas de 'mosca del vinagre', o también mosca de las frutas, que atraerán a los alados cautivos incentivando su apetito y atracción hacia los comederos.
Las pastas especiales preparadas, que se venden en los comercios del ramo, tienen los principios necesarios y suelen ser muy bien aceptadas, pero es sumamente útil alternar el 'menú' para que las avecillas se muestren alegres y sanas.
Por supuesto, resulta más que aconsejable incluir esporádicamente insectos en la dieta en forma de ninfas de hormiga o larvas de dípteros, lepidópteros o coleópteros.
[URL=http://imageshack.us][/URL]
Adultos y formas larvarias de mariposas, lepidópteros; moscas y mosquitos, dípteros; abejas o avispas, himenópteros e incluso escarabajos, coleópteros, son capturados por estos pájaros y devorados en gran número, constituyendo los principios nutritivos que permiten la subsistencia de esas aves insectívoras.
Otras especies omnívoras, o insectívoras ocasionales, consumen este tipo de presas como complemento dietético continuo o esporádico, coincidiendo en muchas ocasiones con la época de la reproducción, o cría, de sus polluelos, pues las necesidades de rápido crecimiento para acortar el tiempo de permanencia en el nido, y subsiguiente indefensión, exigen, por tanto un alimento con alto contenido proteico que facilite un excepcional desarrollo en el espacio más corto posible.
Dietas artificiales caseras
La afición al mantenimiento y reproducción de especies del tipo mencionado exige, en la mayoría de los casos, una indudable especialización de los amantes de estos pájaros, que muchas veces se las ven y se las desean para nutrir convenientemente a sus huéspedes. El primer paso a seguir será la disposición de las avecillas a dirigirse hacia elementos nutritivos, que les resultan extraños, pues no es evidentemente igual picotear un insecto que se mueve, que 'probar' una pasta blanda por muy alimenticia que ésta sea.
Esta habituación exigirá muchas veces incentivar a las avecillas a comer insectos vivos, previamente colocados sobre la masa 'artificial', de forma que el hecho repetido induzca a picotear el lugar de alimentación tradicional, sustituyendo, paulatinamente, los insectos por pastas preparadas especialmente para estas aves.
Una receta casi universal para insectívoros se prepara con requesón, queso de Villalón o cuajada, yema de huevo duro, miel y harina de crustáceos, o papillas infantiles enriquecidas con cereales, que forman un magnífico aglutinante. Estas mezclas homogéneamente trabajadas se facilitan dos o tres veces diarias, retirándolas a las seis u ocho horas, e incluso antes, en tiempo caluroso para evitar fermentaciones bacterianas, que podrían hacer peligrar la salud de nuestros pajarillos. Hasta que las aves aprendan a comer solas este alimento se dispondrá en pasta, no muy líquida, sobre recipientes muy visibles desde todos los puntos del jaulón.
Sobre ella se colocan unas capas de larvas de 'mosca del vinagre', o también mosca de las frutas, que atraerán a los alados cautivos incentivando su apetito y atracción hacia los comederos.
Las pastas especiales preparadas, que se venden en los comercios del ramo, tienen los principios necesarios y suelen ser muy bien aceptadas, pero es sumamente útil alternar el 'menú' para que las avecillas se muestren alegres y sanas.
Por supuesto, resulta más que aconsejable incluir esporádicamente insectos en la dieta en forma de ninfas de hormiga o larvas de dípteros, lepidópteros o coleópteros.
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