23-01-2014, 03:02 PM
Cazar regularmente con un ave de presa, implica tantas exigencias que el número de cetreros se
regula por sí mismo. Esto ocurre en todo el mundo. La Cetrería está presente en más de
setenta países, sin ser popular en casi ninguno de ellos.
Se practica en todas y cada una de las Comunidades Autónomas del territorio español. El nivel
desarrollado por los veteranos en bajo vuelo y en alto vuelo sitúan a España en la élite a nivel
mundial.
Sin embargo, lo habitual para cualquier ciudadano que no cuente con los contactos adecuados es
conocer a aficionados en vez de a cetreros. Abundan quienes se han dejado seducir por el
atractivo de un ave de presa como para mantenerla, pero que no cuentan con el tiempo y
recursos necesarios para cazar con ella. En sentido estricto no debieran de ser considerados
cetreros a pesar de que realicen cotidianamente escapes a sus aves para que estén en forma.
Cuando la suelta de escapes deja de ser un medio y se convierte en un fin, estamos
asistiendo a un sucedáneo de la Cetrería, por muy difícil que pueda resultar capturar palomas
mensajeras. Es como llamar pescador a quien se limita a sacar peces en una piscifactoría.
Las aves actualmente provienen de centros de cría en cautividad. Se reproducen cuantas
especies de aves rapaces se emplean en Cetrería, así como hibridaciones de las mismas. Sacar
individuos del medio natural ha dejado de ser una necesidad para que la Cetrería se mantenga
viva.
Como veremos en los diferentes capítulos del presente manual, conviene tener claro tanto la
circunstancia como los recursos de cada uno antes de lanzarse a adquirir un ave.
regula por sí mismo. Esto ocurre en todo el mundo. La Cetrería está presente en más de
setenta países, sin ser popular en casi ninguno de ellos.
Se practica en todas y cada una de las Comunidades Autónomas del territorio español. El nivel
desarrollado por los veteranos en bajo vuelo y en alto vuelo sitúan a España en la élite a nivel
mundial.
Sin embargo, lo habitual para cualquier ciudadano que no cuente con los contactos adecuados es
conocer a aficionados en vez de a cetreros. Abundan quienes se han dejado seducir por el
atractivo de un ave de presa como para mantenerla, pero que no cuentan con el tiempo y
recursos necesarios para cazar con ella. En sentido estricto no debieran de ser considerados
cetreros a pesar de que realicen cotidianamente escapes a sus aves para que estén en forma.
Cuando la suelta de escapes deja de ser un medio y se convierte en un fin, estamos
asistiendo a un sucedáneo de la Cetrería, por muy difícil que pueda resultar capturar palomas
mensajeras. Es como llamar pescador a quien se limita a sacar peces en una piscifactoría.
Las aves actualmente provienen de centros de cría en cautividad. Se reproducen cuantas
especies de aves rapaces se emplean en Cetrería, así como hibridaciones de las mismas. Sacar
individuos del medio natural ha dejado de ser una necesidad para que la Cetrería se mantenga
viva.
Como veremos en los diferentes capítulos del presente manual, conviene tener claro tanto la
circunstancia como los recursos de cada uno antes de lanzarse a adquirir un ave.