25-01-2014, 01:31 PM
El genotipo determina el fenotipo potencial de un individuo. La herencia del genotipo puede ser poligenética o monogenética; no obstante, las características fenotípicas reales de un organismo no están determinadas sólo por su genotipo, sino también por el ambiente, especialmente en el caso de la herencia poligenética.
La herencia poligenética: Existen muchas características que están controladas por más de un gen, es decir, su fenotipo se debe a un efecto aditivo de los genes que determinan la característica. Cuantos más genes estén involucrados en una característica, con mayor claridad se expresará el rasgo en cuestión. En este tipo de herencia, muy pocos individuos presentan alguna de las dos características paternas y una gran cantidad de individuos poseen características intermedias, las que pueden mostrar toda una amplia gama de posibilidades fenotípicas. En otras palabras, las características en este tipo de herencia presentan una variación continua. El ambiente juega un papel importante en la herencia poligenética. Por ejemplo, un individuo bien nutrido tendrá una mayor talla corporal comparado con otro que esté desnutrido.
La herencia monogenética: Al contrario de la herencia poligenética, hay características fenotípicas controladas por un par de genes, como los caracteres estudiados por Mendel (posición de la flor, textura de la semilla, etc.), y los grupos sanguíneos. A este tipo de herencia también se le llama herencia mendeliana: en ella se expresan sólo dos o pocas alternativas del carácter sin valores intermedios, lo que se conoce como variación discontinua o discreta dentro de la población. No depende del ambiente porque básicamente es genética. Un ejemplo muy conocido de la herencia monogenética en humanos es la hemofilia, la cual es producida por un par de genes recesivos pertenecientes al cromosoma sexual X.
Comparación entre herencia poligenética y monogenética. Se pueden establecer varias diferencias entre estos dos tipos de herencia:
En la herencia poligenética los rasgos son de variación continua, en cambio, en la herencia monogenética o mendeliana, los rasgos son de variación discontinua.
En la herencia poligenética intervienen varios genes (poligenes), en cambio en la herencia monogenética intervienen dos genes (alelos).
Los estudios realizados al respecto demuestran que en la herencia poligenética el ambiente juega un papel importante; en la herencia monogenética, en cambio, no es importante.
El estudio de los rasgos controlados por poligenes necesita un análisis estadístico, en tanto que los rasgos de variación discontinua se interpretan usando solamente proporciones.
La herencia monogenética o mendeliana es el tipo de transmisión que más afecta a las aves, sin que se excluya la posibilidad de que existan interacciones entre genes, cada uno responsable por si mismo de la aparición de un efecto fenotípico concreto.
La herencia poligenética: Existen muchas características que están controladas por más de un gen, es decir, su fenotipo se debe a un efecto aditivo de los genes que determinan la característica. Cuantos más genes estén involucrados en una característica, con mayor claridad se expresará el rasgo en cuestión. En este tipo de herencia, muy pocos individuos presentan alguna de las dos características paternas y una gran cantidad de individuos poseen características intermedias, las que pueden mostrar toda una amplia gama de posibilidades fenotípicas. En otras palabras, las características en este tipo de herencia presentan una variación continua. El ambiente juega un papel importante en la herencia poligenética. Por ejemplo, un individuo bien nutrido tendrá una mayor talla corporal comparado con otro que esté desnutrido.
La herencia monogenética: Al contrario de la herencia poligenética, hay características fenotípicas controladas por un par de genes, como los caracteres estudiados por Mendel (posición de la flor, textura de la semilla, etc.), y los grupos sanguíneos. A este tipo de herencia también se le llama herencia mendeliana: en ella se expresan sólo dos o pocas alternativas del carácter sin valores intermedios, lo que se conoce como variación discontinua o discreta dentro de la población. No depende del ambiente porque básicamente es genética. Un ejemplo muy conocido de la herencia monogenética en humanos es la hemofilia, la cual es producida por un par de genes recesivos pertenecientes al cromosoma sexual X.
Comparación entre herencia poligenética y monogenética. Se pueden establecer varias diferencias entre estos dos tipos de herencia:
En la herencia poligenética los rasgos son de variación continua, en cambio, en la herencia monogenética o mendeliana, los rasgos son de variación discontinua.
En la herencia poligenética intervienen varios genes (poligenes), en cambio en la herencia monogenética intervienen dos genes (alelos).
Los estudios realizados al respecto demuestran que en la herencia poligenética el ambiente juega un papel importante; en la herencia monogenética, en cambio, no es importante.
El estudio de los rasgos controlados por poligenes necesita un análisis estadístico, en tanto que los rasgos de variación discontinua se interpretan usando solamente proporciones.
La herencia monogenética o mendeliana es el tipo de transmisión que más afecta a las aves, sin que se excluya la posibilidad de que existan interacciones entre genes, cada uno responsable por si mismo de la aparición de un efecto fenotípico concreto.