12-11-2013, 10:01 AM
Investigadores de la Universitat de València (UV) y de la Universidad de Oxford han descubierto que algunos insectos cuentan con un sofisticado mecanismo para contar, una habilidad cognitiva que hasta ahora se creía exclusiva de los animales vertebrados.
Concretamente, en un trabajo publicado en la revista Frontiers in Psychology describen cómo el conocido como escarabajo de la harina (Tenebrio molitor) es capaz de contar el número de machos rivales con los que compite por una hembra antes de aparearse. Los machos de esta especie de coleóptero se enfrentan a una dura competición por fecundar a las hembras ya que, tras el apareamiento, corren el riesgo de que otros machos rivales copulen con la misma hembra y desplacen su esperma por completo -mediante una estructura especializada que presentan en su pene. Para que el esperma de un macho esté a salvo y se mantenga almacenado por la hembra, hace falta que transcurran entre siete y diez minutos, un período clave en el que el escarabajo de la harina permanece alerta y dedica más o menos tiempo a "vigilar" a la hembra según la cantidad de competidores que haya en las inmediaciones.
"Cuando detectan pocos rivales, y el riesgo de que un segundo macho desplace su esperma es muy bajo, los machos abandonan a la hembra a los pocos segundos de terminar la cópula para buscar alimento u otras hembras", explica Pau Carazo, investigador principal del estudio. Sin embargo, conforme se incrementa la densidad promedio de machos en las inmediaciones y el riesgo de que la hembra se aparee con un segundo macho se va incrementando, los machos van aumentando, a su vez, el tiempo que permanecen con la hembra tras la cópula -denominado "guarda de pareja"-, con el fin de evitar que esta se aparee con otros machos.
El trabajo de la Universitat de València sugiere que los escarabajos de la harina son capaces de determinar el número de individuos en un grupo sin utilizar variables continuas: reconocen por separado a cada individuo y acumulan en su memoria el número de individuos distintos que hay para calcular cuántos están presentes en su entorno más inmediato. Este hallazgo tiene un alcance mayor que la mera curiosidad. "En los últimos años, se ha descubierto que los caracteres cognitivos básicos que nos permiten contar -y que subyacen a nuestras capacidades matemáticas- son compartidos con muchas otras especies de vertebrados y, ahora, de invertebrados, lo que hace suponer que podrían ser comunes a todos ellos y que, probablemente, estén mucho más extendidos de lo que se sospechaba", apunta Carazo.
La capacidad descubierta en los escarabajos de la harina, y que reúne las características de lo que se denomina proto-counting, se distingue de lo que entendemos por contar en humanos porque no implica un concepto abstracto de número.
Concretamente, en un trabajo publicado en la revista Frontiers in Psychology describen cómo el conocido como escarabajo de la harina (Tenebrio molitor) es capaz de contar el número de machos rivales con los que compite por una hembra antes de aparearse. Los machos de esta especie de coleóptero se enfrentan a una dura competición por fecundar a las hembras ya que, tras el apareamiento, corren el riesgo de que otros machos rivales copulen con la misma hembra y desplacen su esperma por completo -mediante una estructura especializada que presentan en su pene. Para que el esperma de un macho esté a salvo y se mantenga almacenado por la hembra, hace falta que transcurran entre siete y diez minutos, un período clave en el que el escarabajo de la harina permanece alerta y dedica más o menos tiempo a "vigilar" a la hembra según la cantidad de competidores que haya en las inmediaciones.
"Cuando detectan pocos rivales, y el riesgo de que un segundo macho desplace su esperma es muy bajo, los machos abandonan a la hembra a los pocos segundos de terminar la cópula para buscar alimento u otras hembras", explica Pau Carazo, investigador principal del estudio. Sin embargo, conforme se incrementa la densidad promedio de machos en las inmediaciones y el riesgo de que la hembra se aparee con un segundo macho se va incrementando, los machos van aumentando, a su vez, el tiempo que permanecen con la hembra tras la cópula -denominado "guarda de pareja"-, con el fin de evitar que esta se aparee con otros machos.
El trabajo de la Universitat de València sugiere que los escarabajos de la harina son capaces de determinar el número de individuos en un grupo sin utilizar variables continuas: reconocen por separado a cada individuo y acumulan en su memoria el número de individuos distintos que hay para calcular cuántos están presentes en su entorno más inmediato. Este hallazgo tiene un alcance mayor que la mera curiosidad. "En los últimos años, se ha descubierto que los caracteres cognitivos básicos que nos permiten contar -y que subyacen a nuestras capacidades matemáticas- son compartidos con muchas otras especies de vertebrados y, ahora, de invertebrados, lo que hace suponer que podrían ser comunes a todos ellos y que, probablemente, estén mucho más extendidos de lo que se sospechaba", apunta Carazo.
La capacidad descubierta en los escarabajos de la harina, y que reúne las características de lo que se denomina proto-counting, se distingue de lo que entendemos por contar en humanos porque no implica un concepto abstracto de número.
Saludos alados,<br /><br />http://misaves.pajarosilvestre.es/<br /><br />