28-11-2013, 02:21 PM
Según diferentes estudios realizados al respecto, el 25% de la mortalidad de aves de presa en cautiverio está causada por una mala alimentación. Además la mayor parte de las enfermedades que sufren estos animales provienen o están relacionadas con deficiencias nutricionales.
Con las aves, al igual que con cualquier ser vivo, siempre será mejor prevenir que curar y en consecuencia el cetrero deberá tomar medidas profilácticas para evitar la aparición de cualquier enfermedad.
Las medidas más adecuadas a tomar son las siguientes:
Mantener siempre el lugar en el que habita el animal en perfectas condiciones higiénicas.
Ejercitar al ave; al igual que el hombre, el ave precisa de cierto ejercicio para poder quemar el alimento.
Darle siempre una alimentación adecuada: la alimentación del ave dedicada a la cetrería deberá ser de muy buena calidad, en suficiente cantidad y también variada. La cantidad debe estar en relación directa con el tamaño del ave, así como con la actividad que desarrollo, su estado físico...Como referencia pueden tomarse los siguientes porcentajes:
Ave de peso entre 100-200 g.: 18-25% de peso vivo al día.
Ave de peso entre 200-800 g.: 7-11% de peso vivo al día.
Ave de peso entre 800-1.000 g.: 3,5-6% de peso vivo al día.
De cualquier forma estos porcentajes deben tomarse como referencia y nunca al pie de la letra, el cetrero será quien determine la cantidad precisa que necesita el animal; lo cual deberá hacerse atendiendo a la actividad diaria realizada por el ave, a su condición física, salud... Puntos determinantes que nadie mejor que el cetrero puede conocer.
Los problemas nutricionales que más comúnmente aparecen en el ave destinada a la cetrería son los siguientes:
Inanición: debida fundamentalmente a un abuso del ayuno para el entrenamiento del ave. Es de difícil diagnóstico puesto que puede presentarse de muy diversas formas: debilidad, plumaje erizado, anemia, emancipación..
Desbalances de calcio-fósforo: tanto el calcio como el fósforo son dos elementos fundamentales en la alimentación del ave, si éstos faltan se presentan diferentes problemas de tipo óseo. Los signos que pueden presentarse más comúnmente son: encurvamiento de huesos largos, la cera, párpados y patas pierden su coloración típica y se presentan fracturas al mínimo esfuerzo.
Deficiencias de vitaminas A. B. D y E
Anemias.
Con las aves, al igual que con cualquier ser vivo, siempre será mejor prevenir que curar y en consecuencia el cetrero deberá tomar medidas profilácticas para evitar la aparición de cualquier enfermedad.
Las medidas más adecuadas a tomar son las siguientes:
Mantener siempre el lugar en el que habita el animal en perfectas condiciones higiénicas.
Ejercitar al ave; al igual que el hombre, el ave precisa de cierto ejercicio para poder quemar el alimento.
Darle siempre una alimentación adecuada: la alimentación del ave dedicada a la cetrería deberá ser de muy buena calidad, en suficiente cantidad y también variada. La cantidad debe estar en relación directa con el tamaño del ave, así como con la actividad que desarrollo, su estado físico...Como referencia pueden tomarse los siguientes porcentajes:
Ave de peso entre 100-200 g.: 18-25% de peso vivo al día.
Ave de peso entre 200-800 g.: 7-11% de peso vivo al día.
Ave de peso entre 800-1.000 g.: 3,5-6% de peso vivo al día.
De cualquier forma estos porcentajes deben tomarse como referencia y nunca al pie de la letra, el cetrero será quien determine la cantidad precisa que necesita el animal; lo cual deberá hacerse atendiendo a la actividad diaria realizada por el ave, a su condición física, salud... Puntos determinantes que nadie mejor que el cetrero puede conocer.
Los problemas nutricionales que más comúnmente aparecen en el ave destinada a la cetrería son los siguientes:
Inanición: debida fundamentalmente a un abuso del ayuno para el entrenamiento del ave. Es de difícil diagnóstico puesto que puede presentarse de muy diversas formas: debilidad, plumaje erizado, anemia, emancipación..
Desbalances de calcio-fósforo: tanto el calcio como el fósforo son dos elementos fundamentales en la alimentación del ave, si éstos faltan se presentan diferentes problemas de tipo óseo. Los signos que pueden presentarse más comúnmente son: encurvamiento de huesos largos, la cera, párpados y patas pierden su coloración típica y se presentan fracturas al mínimo esfuerzo.
Deficiencias de vitaminas A. B. D y E
Anemias.