08-01-2014, 10:41 AM
Investigadores austriacos han enfrentado a dos de las aves más inteligentes del mundo: el kea (Nestor notabilis), un loro de color verde oliva de Nueva Zelanda, y el cuervo de Nueva Caledonia (Corvus moneduloides). Los resultados muestran cómo son capaces de resolver problemas e incluso de innovar.
Los loros y los córvidos -una familia de la que forman parte grajos, cuervos y urracas- nunca dejan de sorprender a los científicos en lo que respecta a su inteligencia y su habilidad para solucionar problemas de naturaleza técnica. El cuervo de Nueva Caledonia, por ejemplo, se sirve de objetos alargados, como un palo, como herramientas para extraer larvas del interior de la corteza de árboles y de madera muerta. El kea también cuenta con un talento especial para utilizar objetos de su entorno natural y conseguir así comida.
En colaboración con científicos de la Universidad de Oxford (Reino Unido), investigadores de la Universidad de Viena (Austria) utilizaron una caja de accesos múltiples en un cubo de Plexiglás transparente para comparar los mecanismos cognitivos de seis keas y cinco cuervos de Nueva Caledonia. Así evaluaron cómo se las ingeniaban las aves para conseguir la recompensa, un alimento situado en una plataforma colocada en el centro de la caja. Para hacer que la recompensa cayera de su plataforma, los animales podían elegir entre tirar de un cordel atado a la recompensa, mover una manivela con forma de gancho para abrir una ventanilla, introducir una canica (herramienta compacta) por un carril curvo que desembocaba en la recompensa, o bien insertar una vara por una abertura y maniobrar con ella por encima de un hueco. Una vez que las aves se habían decantado por una solución y la habían aplicado varias veces, les tapaban la entrada correspondiente, lo que les obligaba a buscar otra alternativa. "De este modo pudimos observar no sólo las diferencias en cuanto al orden de las soluciones escogidas por los animales, sino también la velocidad con la que eran capaces de encontrar otra opción", explica Gyula Gajdon, coautora del trabajo.
Así comprobaron que lo que resultó más difícil para el kea fue utilizar como herramienta un objeto con forma alargada, puesto que esta ave no utiliza objetos con forma de palo en la naturaleza. Por el contrario, para el cuervo lo más complicado fue abrir una ventanilla tirando de una manivela con forma de gancho, porque no es habitual que estire o rasgue objetos. Un animal de cada especie llegó a utilizar las cuatro estrategias para alcanzar el alimento, según desvelaban los científicos en PLoS ONE.
Los loros y los córvidos -una familia de la que forman parte grajos, cuervos y urracas- nunca dejan de sorprender a los científicos en lo que respecta a su inteligencia y su habilidad para solucionar problemas de naturaleza técnica. El cuervo de Nueva Caledonia, por ejemplo, se sirve de objetos alargados, como un palo, como herramientas para extraer larvas del interior de la corteza de árboles y de madera muerta. El kea también cuenta con un talento especial para utilizar objetos de su entorno natural y conseguir así comida.
En colaboración con científicos de la Universidad de Oxford (Reino Unido), investigadores de la Universidad de Viena (Austria) utilizaron una caja de accesos múltiples en un cubo de Plexiglás transparente para comparar los mecanismos cognitivos de seis keas y cinco cuervos de Nueva Caledonia. Así evaluaron cómo se las ingeniaban las aves para conseguir la recompensa, un alimento situado en una plataforma colocada en el centro de la caja. Para hacer que la recompensa cayera de su plataforma, los animales podían elegir entre tirar de un cordel atado a la recompensa, mover una manivela con forma de gancho para abrir una ventanilla, introducir una canica (herramienta compacta) por un carril curvo que desembocaba en la recompensa, o bien insertar una vara por una abertura y maniobrar con ella por encima de un hueco. Una vez que las aves se habían decantado por una solución y la habían aplicado varias veces, les tapaban la entrada correspondiente, lo que les obligaba a buscar otra alternativa. "De este modo pudimos observar no sólo las diferencias en cuanto al orden de las soluciones escogidas por los animales, sino también la velocidad con la que eran capaces de encontrar otra opción", explica Gyula Gajdon, coautora del trabajo.
Así comprobaron que lo que resultó más difícil para el kea fue utilizar como herramienta un objeto con forma alargada, puesto que esta ave no utiliza objetos con forma de palo en la naturaleza. Por el contrario, para el cuervo lo más complicado fue abrir una ventanilla tirando de una manivela con forma de gancho, porque no es habitual que estire o rasgue objetos. Un animal de cada especie llegó a utilizar las cuatro estrategias para alcanzar el alimento, según desvelaban los científicos en PLoS ONE.
Saludos alados,<br /><br />http://misaves.pajarosilvestre.es/<br /><br />