22-08-2014, 05:58 PM
En si todo el proceso de cría de cualquier fringílido de fauna europea es a la vez que excitante para el criador muy delicado y el éxito de la cría en cautividad del jilguero no iba a ser menos.
Esta fase que va desde que nacen los pollos hasta que los separamos totalmente de sus padres no es menos delicada que las demás.
En el capítulo anterior vimos el anillamiento que se debe realizar siempre antes de la primera semana de vida, después de esta los pichones, ya anillados irán cambiando por días, creciendo de una manera constante.
En esta segunda semana de vida de nuestros jóvenes jilgueros y si hemos optado por separar al macho y siempre que deseemos intentar otra nidada , es el momento de volver a introducir al macho con la hembra y observar que acepta y ayuda a embuchar a los pollos , caso que ocurre en un alto porcentaje de los casos.
En la tercera semana los pollos comienzan a aletear , se observan ya muy espabilados , aunque aún con movimientos bastos e inseguros que certifican su torpeza e inocencia , este es el momento en los pollos saltaran del nido , en estos momentos hay que conservar la calma, no es un momento tan delicado como en la naturaleza donde un pichón que se aventure a abandonar el nido prematuramente seguirá siendo alimentado por sus progenitores al igual que en la jaula o voladera, pero estará desprotegido de cualquier depredador diurno o nocturno , e incluso del hombre ; esto no ocurre en la jaula que lo único que debemos vigilar es que los pichones conforme vayan saltando del nido no se enganchen en algún sitio indebido o en restos de pelo que haya en el suelo de la jaula
En la cuarta semana y con los pollos ya fuera del nido es importante ponerle a estos algún trozo de funda , la manzana la aceptan muy bien, y veremos como los pichones van picándola , complementariamente no deben faltar las semillas germinadas fundamentales para que los pichones empiecen a pelarlas , por ejemplo semillas de girasol pequeñas, cañamón, negrillo , linaza, etc., estas no deben faltar prácticamente en todo el periodo pero más aún en este en los cuales los jóvenes jilgueros comienzan a aprender a comer por si solos .
Mientras al finalizar la cuarta semana podemos observar a los polluelos cada vez más seguros de sí mismos saltando de palo en palo, llamando a la madre alegres, picando la fruta y pelando las semillas germinadas, es también el momento en la hembra decide hacer una siguiente puesta, si es así, es el momento de separarlos y de combinarle la comida con semillas secas que poco a poco irán atreviéndose con ellas.
  Separación de los pichones
Superado el mes de vida de nuestros pichones, más o menos antes de terminar la quinta semana dejaremos sola a la pareja para que siga con su siguiente puesta y separaremos a los jilgueros jóvenes de sus padres con la rejilla para que si estos piden ser alimentados todavía puedan hacerlo por sus padres.
Si los jilgueros noveles no llaman excesivamente a la madre y se les ve que se defienden solos entonces los trasladaremos a una jaula aparte donde incluso los podemos poner con otros noveles que más o menos sean de su misma edad para evitar confortamientos.
Posteriormente podemos gradualmente basar su alimentación solo en semillas secas pues ya con alrededor de 40 días de vida los noveles están perfectamente preparados para valerse por sí mismos.
                    El periodo de muda en los jóvenes.
Periodo también delicado en el que el joven jilguero comienza a cambiar su plumaje inicial del nido por el nuevo a excepción de las plumas de la cola (remeras) y de las alas.
En este periodo podemos ver como poco a poco nuestros jilgueros van pintando todo el bozal o madroño que les caracteriza, es fantástico ver cómo le va saliendo poco a poco, siendo el bigote negro lo que antes aparece en los machos.