04-01-2014, 02:47 PM
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Los verderones comunes se han adaptado tanto a la vida en zonas donde se hace sentir la presencia del hombre que es difícil encontrarlos lejos de ellas; especialmente en la época de cría permanecen más acantonados en jardines, malezas y huertas próximas a poblaciones.
En algunos países europeos ha aumentado notablemente su número debido a la gran cantidad de alimento, sobre todo semillas y cacahuetes, que les proporcionan los amantes de las aves de jardín; los verderones se reúnen en ruidosos grupos para aprovechar este alimento. Son aves sociables en todo tiempo y tienden a criar en colonias de reducido número, utilizando arbustos adyacentes; normalmente tienen dos crías cada verano, y algunos incluso una tercera, de modo que no es raro encontrar aves jóvenes en el nido en fechas muy tardías.
En invierno pueden abandonar la protección de los arbustos para alimentarse en rastrojos y eriales, con bandos de otros fringílidos y escribanos.
Como corresponde a un pájaro tan sociable, el Verderón Común tiene un extenso vocabulario; sus gritos incluyen un nasal «suip», un grito como de canario y un largo grito de vuelo, mezclando en su canto cierto número de notas en un revoltijo gorjeante.
Identificación: Verde oliváceo, con pico fuerte y claro; franja alar y laterales de la cola, amarillos; hembra más apagada.
Nidificación: Ambos sexos construyen nido en forma de copa, de hierba, musgo y raicillas, con revestimiento de éstas, en arbusto, árbol o seto; pone, de abril a agosto, de 4 a 6 huevos blancos o azules claros con motas y rayas pardo rojizas; incubación, sólo por la hembra, unos 13 días; los pollos, cebados por ambos padres, vuelan tras 12 a 16 días; generalmente dos crías.
Alimentación: Casi enteramente semillas, frutos silvestres y bayas.
Hábitat: Parques y jardines.