29-11-2014, 10:33 AM
Se trata de un pequeño paseriforme de apariencia esbelta, que, como otros zarceros, presenta la cola con el borde exterior cuadrado y la base del pico ancha. Posee el dorso de color verde grisáceo y el vientre amarillo pálido uniforme . A diferencia de los mosquiteros, con los que muestra cierto parecido, carece de ceja patente. Es, sin embargo, muy similar al zarcero común, del que se distingue solamente por leves matices visibles únicamente a corta distancia o en mano, como el color gris azulado de las patas (más pardas en el común) o sus largas primarias (de la misma longitud que las terciarias, que en el común son la mitad de cortas). Los sexos son similares.
Al igual que otros zarceros, posee un canto muy sonoro y rápido, prolongado, melodioso y con numerosas notas estridentes.
Es una especie forestal que gusta de bordes de bosques de naturaleza variada, ya sean de coníferas o caducifolios, en zonas boreales y templadas. Ocupa zonas bajas de colinas y grandes valles fluviales.
Basa su dieta en el consumo de invertebrados, aunque también puede ingerir frutos a finales de verano.
Se trata de una especie migradora de largo recorrido que posee sus principales zonas de invernada en el África subsahariana. En España, el paso prenupcial se detecta en abril y mayo y el posnupcial entre julio y septiembre.
La época de cría se desarrolla entre finales de mayo y julio. El nido consiste en una taza muy bien conformada, elaborada con hierbas, musgo y ramillas muy finas y tapizada con telas de araña, restos de corteza de abedul, líquenes y otros materiales vegetales suaves. Se sitúa a no mucha altura (1-4 metros del suelo) en la horquilla de un árbol o arbusto, y en él deposita la hembra cuatro o cinco huevos que incubará durante 12-14 días. Los pollos son alimentados por ambos progenitores y son capaces de volar a los 13-15 días de edad.