Los pájaros con altos niveles de hormonas del estrés se aparean más y ofrecen un mejores cuidados a su prole, según revela un nuevo estudio de la Universidad de Queen (Canadá). "Solemos pensar que tener niveles altos de glucocorticoide, hormona vinculada al estrés, indica que un individuo tiene menos opciones de encontrar pareja, pero en la golondrina bicolor (Tachycineta bicolor) ocurre todo lo contrario", explica Frances Boiner, coautor del trabajo que se publica en el próximo número de la revista Biology Letters.
En sus experimentos, Boiner y sus colegas comprobaron que las hembras con mayor nidada producían el doble de hormona del estrés. Además, el aumento de esta hormona hacía que las aves alimentaran a su prole en el nido con más rapidez que el resto. En conclusión, el estrés favorece el comportamiento parental en aves, asegura Boiner.
Enviado por: MisAves. - 12-11-2013, 01:55 PM - Foro: General
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Los pollos de canario saben lo que les espera fuera antes incluso de romper el cascarón. Según revela un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Cambridge, las madres de esta especie se comunican con sus polluelos antes de su nacimiento a través de mensajes hormonales.
Según explican los zoólogos en la revista Science, el mensaje recibido dentro del huevo determina el comportamiento futuro de las crías. Así, los pollos con padres generosos desarrollarán un instinto para demandar abundantes cantidades de alimento, mientras que aquellos advertidos de la "tacañería" de sus progenitores nacerán ya acostumbrados a pedir poco.
Durante la investigación, Rebecca Kilnery su equipo comprobaron que si los polluelos atienden el mensaje de las hormonas maternas en el huevo ganan peso más rápido a pesar de recibir poco alimento de sus padres y ahorran esfuerzos innecesarios para reclamar más comida. "Este trabajo cambia la forma de entender el ambiente prenatal en los pájaros", asegura Kilnery.
Este tipo de comportamiento es común a otros animales, si bien cambia es el mensaje. En el caso de los ratones de campo, por ejemplo, las madres comunican a sus crías cuándo van a nacer, para que desarrollen un pelaje más grueso si es en invierno.
Científicos españoles han demostrado por primera vez que las aves son capaces de detectar la presencia de un depredador gracias a su fino olfato.
La investigación, realizada desde el Museo Nacional de Ciencias Naturales del CSIC y publicada en la revista internacional Functional Ecology, aporta evidencias de que los pájaros diferencian por señales químicas a sus depredadores. La agudeza olfativa de ciertas especies, en especial de las aves que crían en cavidades ,como los herrerillos comunes o los carboneros, es un rasgo esencial para averiguar si sus predadores principales, comadrejas o martas, han entrado en su nido o incluso si se aproximan a él con intención de atacar. Por eso es importante distinguir si el "enemigo" es una comadreja o alguien más inofensivo, como una codorniz.
Según los científicos, el estudio "abre una nueva y prometedora área de investigación para entender numerosos aspectos del comportamiento de los pájaros, que habían sido ignorados hasta ahora".
Un bebedero consta de dos piezas: un tubo que contiene el agua y la boquilla donde bebe el pájaro. El agua no se sale de esta debido a que la presión atmosférica exterior es mayor que la que existe dentro del tubo. Si hiciésemos un pequeño orificio en la parte de arriba del bebedero, la presión ejercida sobre la parte superior del líquido sería ya la atmosférica, que sumada al peso de la columna de agua daría como resultado una presión en el interior mayor que la exterior. Así, el agua del bebedero sería empujada hacia abajo y se derramaría por la boquilla.
La tortuga china de caparazón blando Pelodiscus sinensis excreta urea por la boca en lugar de hacerlo a través del riñón, según han demostrado científicos de la Universidad Nacional de Singapur. La investigación se planteó tras observar que, cuando está en tierra, cada cierto tiempo este galápago sumerge su cabeza en el agua durante un largo período de tiempo, que puede extenderse hasta 100 minutos. El estudio demuestra que lo hace para excreta urea por la boca. Es más, midiendo los niveles de urea en saliva, los investigadores comprobaron que eran 250 más altos que en sangre. Los detalles se publican en la revista The Journal of Experimental Biology.
Los animales producen un tipo especial de transportadores de proteínas en sus bocas para excretar la orina.
Según Yuen K. Ip, este comportamiento se debe a su adaptación a un entorno de aguas salobres. Los animales que excretan urea a través del riñón necesitan beber mucho, lo cual plantea un problema cuando el único agua disponible es salada, especialmente para los reptiles, que no pueden excretar las sales. La excreción de urea por la cavidad bucofaríngea (boca y garganta) es una opción que no depende del contenido de sal en el agua.
Enviado por: MisAves. - 12-11-2013, 10:09 AM - Foro: Off-Topic
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Los peces payaso se comunican "a grito limpio" para establecer y defender su estatus en grupos sociales y no para atraer parejas, según un estudio belga que publica la revista PLOS ONE.
Estos peces, que viven en simbiosis con las anémonas de mal en los arrecifes de coral y a los que popularizó la película de animación de Píxar Buscando a Nemo, forman grupos sociales en los que la jerarquía depende del tamaño corporal. Así, se ha demostrado que el pez más grande se desarrolla como hembra, el segundo como macho y el resto del grupo mantiene un género neutro. Si el pez de más tamaño muere, el resto escala en el peculiar "ranking" para tratar de reproducirse.
El nuevo estudio revela que, a la hora de establecer esta estructura social, los peces payaso no pelean como hacen otras especies, sino que optan por dar "gritos" Y que hay dos tipos de sonidos: los agresivos, algo así como broncas acompañadas por gestos de amenaza y acoso, y los de sumisión, emitidos a la vez que sacuden la cabeza por los animales situados más abajo en el escalafón.
Investigadores de la Universitat de València (UV) y de la Universidad de Oxford han descubierto que algunos insectos cuentan con un sofisticado mecanismo para contar, una habilidad cognitiva que hasta ahora se creía exclusiva de los animales vertebrados.
Concretamente, en un trabajo publicado en la revista Frontiers in Psychology describen cómo el conocido como escarabajo de la harina (Tenebrio molitor) es capaz de contar el número de machos rivales con los que compite por una hembra antes de aparearse. Los machos de esta especie de coleóptero se enfrentan a una dura competición por fecundar a las hembras ya que, tras el apareamiento, corren el riesgo de que otros machos rivales copulen con la misma hembra y desplacen su esperma por completo -mediante una estructura especializada que presentan en su pene. Para que el esperma de un macho esté a salvo y se mantenga almacenado por la hembra, hace falta que transcurran entre siete y diez minutos, un período clave en el que el escarabajo de la harina permanece alerta y dedica más o menos tiempo a "vigilar" a la hembra según la cantidad de competidores que haya en las inmediaciones.
"Cuando detectan pocos rivales, y el riesgo de que un segundo macho desplace su esperma es muy bajo, los machos abandonan a la hembra a los pocos segundos de terminar la cópula para buscar alimento u otras hembras", explica Pau Carazo, investigador principal del estudio. Sin embargo, conforme se incrementa la densidad promedio de machos en las inmediaciones y el riesgo de que la hembra se aparee con un segundo macho se va incrementando, los machos van aumentando, a su vez, el tiempo que permanecen con la hembra tras la cópula -denominado "guarda de pareja"-, con el fin de evitar que esta se aparee con otros machos.
El trabajo de la Universitat de València sugiere que los escarabajos de la harina son capaces de determinar el número de individuos en un grupo sin utilizar variables continuas: reconocen por separado a cada individuo y acumulan en su memoria el número de individuos distintos que hay para calcular cuántos están presentes en su entorno más inmediato. Este hallazgo tiene un alcance mayor que la mera curiosidad. "En los últimos años, se ha descubierto que los caracteres cognitivos básicos que nos permiten contar -y que subyacen a nuestras capacidades matemáticas- son compartidos con muchas otras especies de vertebrados y, ahora, de invertebrados, lo que hace suponer que podrían ser comunes a todos ellos y que, probablemente, estén mucho más extendidos de lo que se sospechaba", apunta Carazo.
La capacidad descubierta en los escarabajos de la harina, y que reúne las características de lo que se denomina proto-counting, se distingue de lo que entendemos por contar en humanos porque no implica un concepto abstracto de número.
Una babosa de mar llamada Chromodoris reticulata, del tamaño de un pulgar humano, ha sorprendido a los científicos por la capacidad que tiene de despojarse de su pene tras el apareamiento para hacerlo crecer nuevamente más adelante. La extraña criatura, que vive en el Océano Pacífico, es la primera que se conoce que puede copular en repetidas ocasiones con lo que se ha descrito como un "pene desechable", según publican científicos japoneses de la Universidad de Tokio y la Universidad de la ciudad de Osaka en Biology Letters.
Los nudibranquios como esta babosa son animales hermafroditas, que poseen órganos reproductivos tanto masculinos como femeninos. Cuando se aparean, pueden ejercer el papel del macho y donar esperma al mismo tiempo que lo reciben. En el caso específico de Chromodoris, los científicos comprobaron que los individuos que acababan de donar esperma en una cópula no podían volver a hacerlo hasta transcurridas 24 horas. Observándolos de cerca llegaron a la conclusión de que 20 minutos después del coito se habían deshecho del pene. Además descubrieron que contaban con una estructura interna enroscada en forma de espiral que, cuando el pene ya usado se desprendía, se desenroscaba y daba lugar a un nuevo órgano sustituto. El proceso podía repetirse hasta tres veces.
Los investigadores sugieren que este mecanismo sería una forma de deshacerse de los restos de esperma de machos rivales que pudiera contener la vagina de su pareja y disponer de un pene "limpio" para el próximo encuentro sexual.
La biodiversidad española cuenta con 56 nuevas incorporaciones de especies de aves, que se acaban de incorporar a la última "Lista de las aves de España" elaborada por SEO/BirdLife. Este catálogo, que actualiza al anterior de 2005, confirma el crecimiento de la avifauna española, debido sobre todo a los modernos estudios genéticos, el aumento de las aves divagantes o "raras", el mayor número de observadores en el campo y la aclimatación de especies foráneas.
Así, los nuevos estudios genéticos han permitido que algunas aves consideradas antes "variedades" hoy sean diferenciadas como "especies", como sucede con el herrerillo canario o el rabilargo ibérico. También hay formas que cambian de nombre gracias a los estudios taxonómicos de afinidad entre ellas. Es el caso de la separación del antiguo género de los carboneros y herrerillos (Parus) en cinco: el del carbonero común; el de los herrerillos azules que son ahora (el común) y (el canario); el de los capuchinos y, a parte, el del carbonero garrapinos y el del palustre.
A esto se suma que otros estudios científicos, como los que implican el marcaje de aves con técnicas de seguimiento por satélite o el análisis de isótopos, también han aportado nuevas especies a la lista. Por ejemplo, un halcón sacre húngaro marcado con un emisor vía satélite viajó por España y llegó a África en 2009, demostrando que no todas las observaciones de esta especie son aves escapadas de cetrería, sino que podían incluir divagantes naturales.
Por otro lado, en los últimos años han aumentado las citas homologadas de aves divagantes o "raras", que en total suman 206 especies, el 36% de la lista. Algunos casos corresponden a especies que arriban ocasionalmente a nuestro país empujadas por fenómenos meteorológicos extremos como huracanes, olas de frío polares o de calor africano. Esto es debido, por un lado, a la estratégica situación de la península Ibérica, en una encrucijada entre rutas y áreas donde confluyen migrantes que van y vienen de Europa a África, pero también divagantes de Asia o América del Norte. Además, los archipiélagos canario y balear suponen una fuente de adición de aquellas especies que alcanzan las islas en sus periplos marinos. El buitre dorsiblanco africano, el bisbita norteamericano, el piquero patirrojo o el paíño ventrinegro, muy raros en el contexto europeo, son algunos ejemplos.
Exóticas aclimatadas
Por último, contribuyen a engrosar esta lista especies introducidas o propias de otras latitudes -15 en total-, que bien por la bonanza del clima o porque llegan de países más norteños, se han instalado aquí, caso del ganso del Nilo. Seis de estas especies son introducciones naturalizadas como el faisán, las cotorras de Kramer y argentina, o incluso pequeños pájaros de jaula capaces de sobrevivir en libertad, como el ruiseñor de Japón, el pico de coral senegalés o el bengalí rojo. Otro caso a destacar es una especie doméstica que se ha establecido en libertad en algunos puntos del país, la tórtola rosigrís.
Entre estas especies introducidas, el caso que presenta más variaciones es el de las poblaciones ya naturalizadas y establecidas en otros países europeos que llegan aquí asociadas a los movimientos naturales de las aves silvestres. Es el caso de siete especies ya integradas en nuestra fauna: el cisne negro, el ánsar chico, la barnacla canadiense, el ganso del Nilo, el pato mandarín, la malvasía canela y el ibis sagrado. Estas dos últimas provocan serios problemas de conservación en Europa por hibridarse con especies nativas, lo que hace necesario llevar a cabo acciones de control y manejo para evitar su expansión.
Enviado por: MisAves. - 12-11-2013, 09:58 AM - Foro: Off-Topic
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Científicos de la Universidad de Granada, en colaboración con la universidad sudafricana de Witwatersrand y el Centro de Excelencia Percy FitzPatrick Institute de la Universidad de Cape Town, han llegado a la conclusión de que las hembras de gorrión común (Passer domesticas) invierten energía en la puesta de huevos según la capacidad del macho para llenar el nido de plumas, que sirven para aislar a los pollos del frío y mantenerlos con vida.
Los investigadores observaron en el entorno natural de la isla de Dassen (Sudáfrica) el comportamiento de 50 parejas de gorriones. Según sus resultados, el transporte de las plumas podría ser producto de la selección sexual por parte de las hembras, ya que invierten más energía en la reproducción si tienen más plumas en el nido. Son un gran aislante y las hembras saben que morirán menos pollos si el macho lleva más plumas, asegura Lola García López de Hierro, investigadora principal del estudio, en declaraciones a la agencia SINC.
Para el estudio, los investigadores quitaron y pusieron plumas en los nidos de las cincuenta parejas de gorriones en diferentes estadios de reproducción de estas aves. Una primera fase consistió en observar durante una hora el comportamiento de las parejas con crías de menos de cinco días para registrar diversas variables y ver su comportamiento si les quitaban una serie de plumas o si las dejaban. Posteriormente repitieron el experimento con pollos de más de diez días.
Para las pruebas contamos con filmaciones del nido en las que recogimos los comportamientos de los gorriones y, con una tabla de variables, concluimos que cuantas más plumas hubiera en el nido, mayor número de huevos ponían las hembras del gorrión, añade García-López de Hierro. También observaron que cuando las hembras detectaban que les faltaban plumas en el nido llamaban a sus machos de forma exagerada, a lo que los gorriones respondían transportando más plumas y realizando un baile alrededor de la hembra al regresar.