24-05-2013, 12:01 PM
Los procesos naturales que han conducido a la formación y mantenimiento de las especies vivientes hoy sobre nuestro planeta han mantenido varias constantes evolutivas y de especiación, enunciadas por científicos tan brillantes como Darwin y Lamarck, durante el pasado siglo.
A pesar de que los fenómenos ambientales pueden a lo largo de suficientes generaciones producir formas, variedades, razas y subespecies animales diferentes, que procedan de un tronco común, el principio de conservación de la especie, tan poderoso, que puede considerarse motor biológico del planeta, asegura mediante diversos mecanismos, a veces muy complejos, el mantenimiento más o menos permanente de las características genético-somáticas de los individuos.
Los cruzamientos o hibridaciones espontáneas en animales superiores son tan altamente improbables que se consideran prácticamente imposibles. Sin embargo, el hombre ha sabido romper las barreras naturales que impedían estas 'bodas', propiciando la fecundación de hembras de una especie determinada por machos de otras afines. Cuando el híbrido es vital o viable,
los cromosomas paternos inducen la formación proteínica correspondiente a su especie, permitiendo la continuación embriológica de la gástrula, que, morfológicamente, se asemeja a la que pertenece a la especie de la madre.
Mixtos jilguero-canaria
Estos pájaros, obtenidos artificialmente, presentan un colorido intermedio entre las especies que se cruzan, su pico, alargado, es más próximo a los de los jilgueros y el canto puede acumular matices de ambas especies, con una potencia y liquidez apreciadísimas por los aficionados.
La obtención de estos pájaros, bastante sencilla cuando contamos con ejemplares mansos y habituados a convivir con la especie contraria, requiere el acoplamiento de un jilguero macho con una canaria.
El jilguero 'que pise' canarias puede obtenerse mediante la crianza artificial de estos pajarillos, capturados muy jóvenes y, mejor aún 'adoptados' en nidadas de canarios. Entre los pajarillos silvestres que son capturados y habituados a la cautividad no suelen encontrarse machos dispuestos al apareamiento con las canarias y si esto sucede pasan a engrosar la colección de 'buenos
sementales'.
Las hembras de canario suelen también rechazar a los extraños galanes, excepto cuando hayan sido criadas desde la salida del nido con ejemplares de esta especie.
Hembras o canarias blancas o amarillas unicolores, que no hayan tenido contacto con machos de su especie y que además hubieran crecido entre jilgueros, podrán ser buenas madres de mixtos, aunque a veces haya de recurrirse al truco de 'encelar' a la pájara, haciéndola escuchar el canto de un canario en época de cortejo, y cuando el animalito se curva en 'postura receptiva' se introduce el jilguero 'pisador', que cubre a la canaria rápidamente, antes de que la hembra descubra la suplantación.
Naturalmente, la época de apareamiento de los jilgueros se produce un poco más tarde que la de los canarios domésticos. Por esto es importante utilizar canarias 'nuevas', tardías, del año anterior, de forma que 'maduren' en abril o mayo. Cuando se obtienen huevos embrionados de futuros híbridos es aconsejable 'sustituir la nidada' completa y colocarla en el lugar de otra de la misma época aproximada de una canaria que sea buena madre, para asegurarnos el éxito de la cría de esos híbridos.
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A pesar de que los fenómenos ambientales pueden a lo largo de suficientes generaciones producir formas, variedades, razas y subespecies animales diferentes, que procedan de un tronco común, el principio de conservación de la especie, tan poderoso, que puede considerarse motor biológico del planeta, asegura mediante diversos mecanismos, a veces muy complejos, el mantenimiento más o menos permanente de las características genético-somáticas de los individuos.
Los cruzamientos o hibridaciones espontáneas en animales superiores son tan altamente improbables que se consideran prácticamente imposibles. Sin embargo, el hombre ha sabido romper las barreras naturales que impedían estas 'bodas', propiciando la fecundación de hembras de una especie determinada por machos de otras afines. Cuando el híbrido es vital o viable,
los cromosomas paternos inducen la formación proteínica correspondiente a su especie, permitiendo la continuación embriológica de la gástrula, que, morfológicamente, se asemeja a la que pertenece a la especie de la madre.
Mixtos jilguero-canaria
Estos pájaros, obtenidos artificialmente, presentan un colorido intermedio entre las especies que se cruzan, su pico, alargado, es más próximo a los de los jilgueros y el canto puede acumular matices de ambas especies, con una potencia y liquidez apreciadísimas por los aficionados.
La obtención de estos pájaros, bastante sencilla cuando contamos con ejemplares mansos y habituados a convivir con la especie contraria, requiere el acoplamiento de un jilguero macho con una canaria.
El jilguero 'que pise' canarias puede obtenerse mediante la crianza artificial de estos pajarillos, capturados muy jóvenes y, mejor aún 'adoptados' en nidadas de canarios. Entre los pajarillos silvestres que son capturados y habituados a la cautividad no suelen encontrarse machos dispuestos al apareamiento con las canarias y si esto sucede pasan a engrosar la colección de 'buenos
sementales'.
Las hembras de canario suelen también rechazar a los extraños galanes, excepto cuando hayan sido criadas desde la salida del nido con ejemplares de esta especie.
Hembras o canarias blancas o amarillas unicolores, que no hayan tenido contacto con machos de su especie y que además hubieran crecido entre jilgueros, podrán ser buenas madres de mixtos, aunque a veces haya de recurrirse al truco de 'encelar' a la pájara, haciéndola escuchar el canto de un canario en época de cortejo, y cuando el animalito se curva en 'postura receptiva' se introduce el jilguero 'pisador', que cubre a la canaria rápidamente, antes de que la hembra descubra la suplantación.
Naturalmente, la época de apareamiento de los jilgueros se produce un poco más tarde que la de los canarios domésticos. Por esto es importante utilizar canarias 'nuevas', tardías, del año anterior, de forma que 'maduren' en abril o mayo. Cuando se obtienen huevos embrionados de futuros híbridos es aconsejable 'sustituir la nidada' completa y colocarla en el lugar de otra de la misma época aproximada de una canaria que sea buena madre, para asegurarnos el éxito de la cría de esos híbridos.
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